La era de la información (también denominada era digital) es el nombre que recibe el período histórico ligado a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). El comienzo de esta etapa se debe asociar con la revolución digital, una revolución que comenzaría con tecnologías previas como el teléfono, la radio o la televisión, que hicieron que el flujo de información se volviese más rápido. 

La comunicación científica también es partícipe de este fenómeno, lo que supone una mayor variedad y multitud de informaciones, siendo el conocimiento más accesible no solo para una audiencia más amplia, sino también gracias a las diferentes plataformas y formatos. No obstante, a su vez, también existe un mayor peligro debido a la difusión de las llamadas fake news, que puede generar desconcierto y confusión entre muchos usuarios que no sepan detectar este tipo de desinformaciones, llegando a creer aquello que han leído y tomándolo por válido. 

La divulgación científica se encarga de hacer accesible este conocimiento, inspirando la curiosidad y fomentando un entendimiento más profundo del mundo que nos rodea. Y este conocimiento debe ser un faro de luz entre tanta oscuridad: riguroso, creíble, confiable, contrastado.

Pero, ¿sabes detectar una información falsa? Te dejamos 5 consejos para tener en cuenta la próxima vez.

5 CONSEJOS

1. CONFIRMA LA CREDIBILIDAD DE LA FUENTE

Investiga la reputación, fiabilidad y veracidad de la fuente. Examina su historial, trayectoria y reconocimiento en el campo periodístico/divulgativo. Verifica si la fuente tiene un código de ética.

2. TEN CUIDADO CON LOS DATOS Y LAS ESTADÍSTICAS 

Si la información incluye datos, estadísticas o afirmaciones numéricas, verifica su origen. Busca estudios, informes o fuentes oficiales que respalden esos datos. Asegúrate de que las cifras sean consistentes y que no se hayan tergiversado o manipulado.

3. ATENTO A LA FECHA DE PUBLICACIÓN 

Verifica si la noticia es actual y relevante. Algunas informaciones falsas se difunden nuevamente años después de su publicación original, lo que puede generar confusión.

4. VERIFICA LA AUTORÍA

Asegúrate de que la información tenga un/a autor/a identificable y busca información sobre su experiencia y trayectoria. Si no se proporciona ningún nombre o no hay información sobre el autor o autora, puede ser una señal de advertencia.

5. COMPRUEBA TUS PROPIOS SESGOS COGNITIVOS 

Todos tenemos sesgos: ¿es posible que estos estén influenciando la forma en la que respondes al artículo? Las redes sociales pueden crear cámaras de eco sugiriendo historias que coinciden con tus hábitos de búsqueda existentes, tus intereses y tus opiniones. Mientras más leamos desde fuentes y perspectivas diversas, más probable es que podamos obtener conclusiones acertadas.